¡Las salchichas orgánicas son una mentira!

Una joven mujer me explicó una vez que solo comía carne orgánica porque las granjas de producción intensiva son horribles y ella no quiere formar parte de tales cosas. Le respondí que si fuéramos condenados a vivir en una celda estaría satisfecho si la celda estaba acolchada, con televisión por cable y podía aparearme cada noche. Sería mejor que dormir en la suciedad, con hambre, con ratas mordiéndome y el celador golpeándome en la cara. Sería mil veces mejor. Pero el propósito seguiría siendo el mismo.

¿Te gustaría ser un judío, un testigo de Jehovah, un alemán antifascista o una chica Rumana en Auschwitz si estuviera todo limpito? Me imagino que no. ¿Estarían bien las cámaras de gas si la muerta fuera rápida e indolora? No, no estarían bien. Claro, sería mejor que un Auschwitz lleno de piojos y el gas que te sofoca tan lentamente que te golpeás la cabeza contra la pared para terminar con tu vida; pero mejor no significa bien.

Hay una historia sobre Alexander de Macedonia y Diogenes de Sinope. Mientras andaban a caballo, Alexander se dio cuenta de que Diogenes estaba clasificando unos huesos con la pierna. Cuando Alexander le preguntó, Diogenes explicó: estoy pensando en la diferencia entre los huesos de tu padre y los de sus esclavos. Aunque Diogenes es mi Cínico (1) favorito, en este caso estaba equivocado. La diferencia no está en los huesos (es decir, en la muerte); la diferencia está en la vida.

Las granjas orgánicas o, mejor dicho, la mayoría de las granjas orgánicas son atentas a las necesidades del animal, más que las granjas de producción intensiva. Son utilizadas razas más fuertes, los bebés de pecho pueden ser amamantados por sus madres (las vacas hasta los 3 meses, los cerdos hasta los 40 días y las ovejas y las cabras hasta los 45 días), se desarrolla menos estrés en la eficiencia de los animales, se usan teconolgías menos severas, algunas prácticas de producción intensiva (jaulas de batería para gallinas, amputación de la cola para los cerditos y otras mutilaciones) están asuentes, y algunos de los suplementos farmacéuticos, como los simuladores de crecimiento o anticoccídicos (2) fueron restringidos, el uso de hormonas está permitido para casos aislados, la clonación y las transferencias de embrión están prohibidas, etc. Todo esto es muy importante y es un paso significativo con respecto al maltrato de billones de animales viviendo bajo la dominación del hombre.

Pero, aunque a los propagadores de esta forma de explotación animal les gustaría que nos lo creamos, no es verdad que a los animales mantenidos en cautiverio se les permite vivir y comportarse de acuerdo a su instinto y que por darles esta oportunidad ellos nos pagan con vitalidad y buena salud, gracias a lo que obtenemos productos de buen sabor que podemos usar con la consciencia limpia (3) y tampoco que el derecho a utilizar a los animales y a matarlos puede ser asumido solamente si está combinado con la obligación de cuidar de los animales (4). Seguramente esta forma de encarcelación animal esté más cerca de sus necesidades naturales, pero sigue siendo una invasión al curso natural de su vida y sigue siendo su destrucción; los animales probablemente estén más sanos que los que están encerrados en lugares en donde se los trata con menos consideración, pero decir que nos pagan con su salud y teniendo mejor sabor es en mi opinión una lógica muy perversa. Que yo trate a una persona mejor que otra no me da el derecho de matarla con la consciencia limpia y de saborear su cuerpo.

Vamos a ilustrarlo con esta simple escena: alguien rapta y asesina a uno de tus seres queridos e intenta convencerte de que no hizo nada malo, porque trató bien a su víctima antes de matarla. ¿Qué tipo de perversión es esta, de interconectar la obligación de cuidar con el derecho a matar al cuidado?

Una vez estuvimos, un granjero orgánico y yo, en una entrevista en donde este granjero comentaba sobre cómo le encantaba el bife de vaca, de sus propio animal, que las vacas eran para él una prioridad, que incluso los llevaba él mismo al matadero. Le respondí que si realmente le gustaban los animales, no los llevaría al matadero en primer lugar. Me explicó cuán pacíficamente y con voluntad los animales van a su muerte… Claro, ¿cómo no van a ir así, si confían en él?

Otro argumento usado para mirar positivamente la matanza y cautiverio de animales, y no solo las de formas más ecológicas, es que sin los seres humanos no habría animales de granja. Hay que darse cuenta de una cosa: el mero hecho de vivir de los animales de granja nos obliga, porque el ser humano quiere utilizar su carne, leche y huevos como alimento. Sin intereses humanos, no habría vacas, ningunos puercos, ningún pollo en los graneros y ni pastizales (4). Esto es simplemente una mentira. Ni las vacas, ni los puercos, ni los pollos nos deben una sola cosa por las vidas en las que los humanos desean su carne, leche y huevos.

El producto checo orgánico del año 2004 es una salchicha. Se la llama salchicha-bio, pero es una publicidad engañosa. La salchicha-bio es una mentira. Bio es del griego bios y significa vida, dudo de que haya alguna en un cerdo muerto procesado. ¿Por qué hablan de carne bio, cordero bio, salchicha bio? ¿Por qué la afirmación de que la vida del animal no sufrió la muerte? ¿Es éste un verdadero conocimiento subconsciente de la inutilidad e injustificabilidad de este acto? ¿Es poner distancia al asesinato? ¿Una estrategia de venta consciente e inconsciente al mismo tiempo? Creo que es un poco de todo.

No deberíamos olvidar que incluso en esta forma de cautiverio, los animales son productos, bienes, ingresos y que serán matados.

La pregunta fundamental que todos deberíamos preguntarnos es qué necesitamos para vivir. ¿Necesitamos carne, leche, huevos, miel? No. ¿Osos en bicicleta y lobos marinos en shorts? No. ¿Pieles? No. ¿Experimentos en animales? No. No necesitamos nada de esto. Y en donde no hay necesidad no hay razón; y en donde no hay razón no hay justificación. ¿Por qué debería elegir entre un huevo y un mejor huevo si puedo vivir sin ambos? ¿Por qué elegir entre explotación sucia y explotación no tan sucia cuando no necesito explotar para nada?

Sin comentarios:

Los animales fueron dados a tus manos, dice la Biblia. Esto significa que las manos deberían cuidarlos, no tratarlos como máquinas. Solo debería criar animales aquel que ve en ellos, al igual que en las plantas, criaturas de Dios destinadas a cumplir propósitos en ecosistemas y biotipos y para servir al hombre y sus necesidades, sin humillación o esclavitud. Solo aquel tendrá un alto desempeño de su ganado.

Gerhardt Preuschen: Una alternative para granjeros visionaries: Transición a la granja ecológica, MZ Rep. Checa, 1990

„Aquí podemos observar carne orgánica creciendo. “

Un comentario en una foto en que un granjero (M. Knápek) observa el ganado pastando.
Miloslav Vohralík: Suculenta carne de ternera de granjas orgánicas, porductos orgánicos Checos, FOA + MZ Rep. Checa, 1995

1) Cinismo = movimiento filosófico de la Antigua Grecia definido por la rectitud, el carácter explícito, la sencillez y hasta su severidad.
2) Coccidiosis = Enfermedad parasitaria de aves caseras y otros animales. Los anticoccidis tienen efectos negativos demostrables en el sistema inmunológico de los animales.
3) www.pro-bio.cz
4) Dipl. Ing. Reinhard Geßl, director de la asociación Austríaca de granjas naturales: la responsabilidad ética de los granjeros - bienestar animal en términos de agricultura ecológica. Boletín por la agricultura ecológica, número 25, PRO-BIO, asociación de agricultores ecológicos, Šumperk, Noviembre 2003


Traducido al español desde su versión inglesa por Skailish skailish@gmail.com

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